Vino espumoso producido con levaduras magnetizadas
Las levaduras magnetizadas permiten acelerar el proceso de producción de vinos espumosos.
Gracias a este procedimiento se puede producir vino espumoso con más rapidez, y sin tener que esperar a que todos los sedimentos se depositen en el cuello de la botella durante el proceso de la segunda fermentación, según los Investigadores de la Universidad de Eslovenia.
Los científicos han encontrado la manera de unir nanopartículas magnéticas a la superficie de las levaduras y retirarlas utilizando imanes, un proceso 4.000 veces más rápido que el tradicional.
Con el método tradicional el proceso de fermentación y sedimentación puede durar varios meses, pero el equipo de investigadores asegura que con su nuevo sistema se pueden eliminar los posos sin tener que esperar a que se aposenten y realizarlo en tan solo 15 o 20 minutos.
En las pruebas realizadas en la investigación, a través de un escaneo y una microscopia electrónica se ha constatado que las nanopartículas magnéticas se mantuvieron fijas en todo momento en la superficie de las levaduras, incluso después de la fermentación. También se ha verificado que estas nanopartículas magnéticas no ejercieron una influencia negativa en el metabolismo de las levaduras.
Aseguran que las levaduras magnetizadas para la elaboración de vinos espumosos se mantienen inalteradas y en perfectas condiciones. En las pruebas sensoriales y catas realizadas con vinos espumosos sometidos a este procedimiento, se ha concluido que no se altera la sensación en boca, el cuerpo del vino, el sabor, el tamaño de las burbujas, etc., la experiencia en general ha sido satisfactoria y con el mismo resultado que se obtendría con un cava producido de forma tradicional.
Foto cedida por Cavas Solà Raventós.
Estudio publicado en la revista científica Biochemical Engineering Journal.