Bodegas de cava no catalán
La irrupción de las bodegas de cava no catalán comienza a consolidarse, bodegas como: Dominio de la Vega o Pago de Tharsys, de Valencia; Vía de la Plata o Bonaval, de Extremadura; Langa, de Aragón, Torremilanos de Castilla y León.
La Comunidad Valenciana, es la primera región productora de vinos espumosos fuera de Cataluña, algunas bodegas no paran de crecer.
La producción de Dominio de la Vega, según su presidente Emilio Expósito, ha pasado de 50.000 botellas en el 2002 a 400.000 en el 2013. Dominio de la Vega es solo el tercer productor, el líder es Unión Vinícola del Este, con dos millones, y la segunda, Torre Oria, con un millón.
Extremadura, es la segunda región productora de cava fuera del Penedés, podría alzarse al primer puesto en 2014 debido a la acción de Bodegas López Morenas, los productores de Bonaval. Los cuatro productores locales, todos de Almendralejo, entre los destacan Vía de la Plata, han crecido lo suyo, pero lo de Bonaval es caso aparte. Cuando López Morenas compró esta bodega en 2011 “producía 200.000 botellas, y 2013 cerrará con 2,5 millones”, afirma su gerente, Jorge López.
Algo similar, pero en menor escala, está sucediendo en otras zonas incluidas en la denominación de origen Cava (Aragón, Navarra o Rioja).
La expansión de estas bodegas ha coincidido con una caída del consumo del cava en España y de las marcas catalanas. Mientras que el consumo de cava caía desde los 98 millones de botellas de 2007 a los 82 millones de 2012, 16 millones de botellas menos, las marcas no catalanas multiplicaron su producción desde los dos millones de hace seis años a los casi 8,5 millones de botellas de 2013.
Si esto no ha dañado más a las empresas del Penedés es por la potencia exportadora de los grupos de la zona, que compensaron la merma en España con sus envíos al exterior. Entre 2007 y 2012, las exportaciones de cava pasaron de 126,7 millones de botellas a 161,4 millones, un 27% más. La casi totalidad de este cava lo exportaron las empresas catalanas.
¿A qué obedece esta puesta en valor de unos cavas locales, algunos antiguos, pero desconocidos hasta hace poco? Porque si la crisis explica la caída del consumo, no explica la progresión de estas marcas. Reticentes en aceptar que la causa de lo sucedido se deba a las actitudes de boicoteo al cava catalán, estos empresarios sí reconocen que esta situación les ha abierto una ventana al mercado. “Sirvió para darnos a conocer, ya que, antes, la mayoría ni sabía que existíamos”, apunta Langa. Otro factor, dicen, es la creciente propensión de los consumidores hacia los productos de la zona, alentada por un cierto patriotismo local.
A los valencianos, aragoneses o extremeños les gusta que haya cava en sus regiones. De hecho, la mayor proporción de estos cavas se consumen a escala local o en regiones limítrofes. “Más de la mitad de nuestra producción”, dice Abel Suberviola, de Bodegas Mainegra, una de las dos de Navarra. “La vendemos aquí y en el País Vasco”, añade. El resto va a otras zonas de España y al exterior.
Puede a que todo eso se añada un cierto cansancio de las marcas tradicionales y el deseo de consumir unos productos novedosos, con un toque diferencial y exclusivo, que se han promocionado en canales más minoritarios. Cierto que son similares a los cavas del Penedés, ya que utilizan el mismo método de producción "champenoise" y las uvas básicas, macabeo, xarel.lo y parellada, pero se distinguen por diferentes factores climatológicos o geológicos y porque en algunos casos se añaden o utilizan otras cepas.
Autor: Fernando Barciela. Diario El País